martes, 31 de julio de 2012

Sobre convocatorias espontáneas y no tanto

Hace ya más de un año de nuestra particular 'primavera árabe', aquel 15M que tuvo un amplio eco en las redes sociales y los medios de comunicación convencionales. Aparentemente, un pequeño número de colectivos y asociaciones hasta entonces prácticamente desconocidos consiguieron aglutinar el descontento de millones de personas que salieron a la calle en aquella fecha en todo el estado.
Ya desde un principio estas organizaciones convocantes fueron cuestionadas y perdieron el control sobre las movilizaciones, pasando el peso de las mismas a las propias acampadas y asambleas de barrios que fueron surgiendo, y sin interferir demasiado en las dinámicas, digamos tradicionales, del movimiento obrero.

Buena prueba de ello es la evolución de uno de los principales colectivos que estaban tras la convocatoria inicial, Democracia Real Ya, que si bien aparecía en los medios como uno de los que dirigían las movilizaciones, iba perdiendo protagonismo en las mismas a medida que pasaba el tiempo y era cuestionado. Y todo esto a pesar de que coninuaba creciendo a merced de la propaganda gratuíta que se les hacía desde los medios de masas, cuando aquell@s que venimos participando de movimientos sociales y revolucionarios desde hace tiempo sufrimos su silenciamiento cuando no su abierta criminalización. Finalmente, del colectivo original surgieron varias escisiones, resultando el episodio más notable aquel 'golpe de estado' efectuado por quienes conformaron la Asociación DRY y se llevaron con ellos las principales cuentas del colectivo en las redes sociales, acaparando unas herramientas de difusión que no les pertenecían.

Muchas más han sido las cosas que han sucedido desde aquel 15 de Mayo. Las protestas se han extendido y diversificado, los movimientos sociales previos  (la llamada 'extrema izquierda') y aquellos que han surgido en las plazas se han retroalimentado, el movimiento obrero también se nutre de la conciencia de clase que resurge de la indignación general y todo esto seguirá creciendo a medida que los derechos que tanto sufrimiento han costado a los trabajadores se vean recortados. Evidentemente, la represión también continuará en aumento. Una de las recientes medidas del gobierno, la de reformar la ley para poder encarcelar a quienes promuevan convocatorias a través de estas redes sociales, ha desatado una suerte de pseudodesobediencia civil consistente en identificarse en la red como promotor/a de las mismas.

Es en este contexto que empiezan a surgir, como hongos tras la lluvia, dudosas convocatorias que más que unir a la gente lo que hacen es generar confusión. Se trata de convocatorias supuestamente espontáneas pero ampliamente difundidas por las redes sociales y de las cuales generalmente se desconoce su procedencia. No hay siglas que las avalen. Normalmente el discurso que acompaña a estas convocatorias es lo suficientemente ambiguo como para sospechar que procedan de la ultraderecha e incluso de las propias 'fuerzas de seguridad' y 'servicios de inteligencia', aunque se dotan de un lenguaje y una cierta estética 'quincemayista' sin duda para atraer ingenu@s indignad@s. Inmediatamente surgen partidarios y detractores de las mismas que dedican sus esfuerzos a convertirlas en un éxito o un fracaso en una auténtica guerra cibernética.

Ya desde un principio la ultraderecha intentó capitalizar las movilizaciones y, aprovechando la confusión inicial, se infiltró en las plazas. Incluso tuvimos que ver al propio Ynestrillas paseándose alegremente por la Plaza del Sol. La mayoría de la ultraderecha fue posicionándose en contra del movimiento que se iba conformando a medida que este se iba definiendo. Much@s de ell@s lo hicieron al ver que l@s 'españolit@s', en vez de cargar contra la inmigración, se dedicaban a parar redadas racistas o deshaucios de familias sin importar su origen ni procedencia, o se reunían en centros sociales okupados por aquell@s a quién consideran 'guarr@s'.
Desde entonces y en otras ocasiones la ultraderecha ha pretendido acoplarse a movilizaciones obreras y estudiantiles tal y como sucedió en la marcha minera, o han convocado más o menos abiertamente bajo lemas como 'defensa social'. Afortunadamente sus convocatorias no tienen demasiado eco y cuando aparecen en las nuestras son convenientemente expulsados, por el momento. Las últimas noticias es que se están coordinando para convocar nuevas manifestaciones en Septiembre, al margen de lo que ellos llaman 'sindicatos, izquierda, perroflautas y progres'.

Otra variante de esta irrupción de 'agentes extraños' en las movilizaciones obreras y sociales la tenemos en la aparición en escena de los sindicatos policiales, amparados por las burocracias sindicales de UGT y CCOO, a raíz de las movilizaciones de funcionarios y trabajadores públicos. Los mismos policías que nos llaman terroristas antisistema, nos pegan, nos detienen, nos encarcelan y nos matan, ahora se manifiestan a nuestro lado portando sus rojigualdas y a veces incluso con camisetas que los identifican como tal. Continúan mirándonos con el mismo desdén sin que falten idiotas que les sigan el juego difundiendo a través de sus perfiles bulos del tipo 'la policía se quita los cascos y se une a los manifestantes', sin contrastar en absoluto esas falsas informaciones que son fácilmente desmontables con una simple búsqueda en la red. El extremo de esta actitud cómplice con aquell@s que nos reprimen lo tenemos en la reciente aceptación del colectivo de 'mossos indignados' como parte integrante de la Asociación DRY.

Y todos estos bulos, todos estos discursos fascistoides y confusos tienen su germen en ciertos planteamientos y eslóganes que han sido ampliamente difundidos a través de los medios de comunicación y de las redes sociales, sin que los medios de contra-información fuesen capaces de contrapesarlos eficazmente. Obviamente me refiero a aquellas consignas que llaman a una falsa unidad tales como 'acudir sin banderas' o 'no somos ni de izquierda ni de derecha, somos los de abajo y vamos a por los de arriba'. Estas 'apolíticas' llamadas a comulgar con ruedas de molino no son tan bienintencionadas como parecen a priori a quienes carecen de un cierto grado de cultura y experiencia 'políticas'. En realidad se trata de edulcorar las protestas y hacer inviable un auténtico cambio social empleando a la ultraderecha y a los agentes represores infiltrados como 'tropa de choque' contra l@s verdader@s revolucionari@s.

Un ejemplo claro de como el fascismo emerge en momentos de crisis, escudado en estos discursos populistas y apoyado por gran parte de los agentes de los cuerpos represivos, lo tenemos en Grecia. Esa misma Grecia que nos lleva un añito de ventaja. Obviamente quienes protestamos contra los CIE'S y contra las redadas racistas no podemos compartir espacios y luchas con aquell@s que llevan a cabo esas mismas redadas, con aquell@s que encerrarían a l@s migrantes en campos de concentración o que pretenden blindar las fronteras con minas. Nadie con un poco de sentido común debería. El peligro, aquí y ahora, es real y el monstruo se alimenta cada vez que difundimos sus confusos y ambiguos discursos o los toleramos en nuestros 'entornos'.

En fin, demasiada confusión en las redes sociales y en las calles que me hacen pensar que ha terminado un ciclo de luchas y se abren nuevos frentes. Es el momento de posicionarse. Ya no valen ambigüedades. Si queremos un verdadero cambio, una auténtica revolución social, más nos vale empezar por cambiarnos a nosotr@s mism@s y nuestras maneras de actúar. No podemos dedicarnos unicamente a difundir dudosas convocatorias e informaciones a través de las redes sociales. Hemos de socializar en la realidad, no solamente en el ámbito virtual. Es el momento de pasar de la indignación a la acción, pero una acción eficaz y organizada. Para eso hay que formarse y elegir. Pensar en lo que realmente queremos y en como vamos a conseguirlo.

Much@s de l@s que 'han despertado' a lo largo del último año han aprendido en las calles y plazas muchas cosas que desconocían, algun@s se han acercado a los movimientos sociales y revolucionarios que ya existían. Se han dado cuenta de que hay que cambiar el sistema de raíz y que simples reformas puntuales no cambiarán gran cosa.  Ahora les toca a aquell@s 'activistas de las redes sociales', han de dar un paso adelante y acercarse a las asambleas, colectivos, movimientos sociales y organizaciones que sean más de su agrado. Y si no hay ninguna o ninguno que sea de su gusto pues han de autoorganizarse con un fin específico o con aquellas personas con las que sienta una mayor afinidad.

Aquell@s que quieran promover cualquier tipo de movilización masiva y unitaria han de sacarse de la cabeza esa idea falsa de que las convocatorias surgen espontaneamente en las redes sociales. Ese trabajo ha de hacerse desde la base y 'poniendo la cara', intentando aglutinar el máximo número de asambleas, colectivos, organizaciones y movimientos bajo los presupuestos comunes, pero sin renunciar ni pretender que nadie renuncie a sus principios ideológicos, sus siglas o sus banderas. No es el momento de eludir las ideas sino de confrontarlas. No está de más que se empiece a ver quién es cada quién y cual es la 'revolución' que se pretende.

12 comentarios:

  1. TOOTALMENTE DE ACUERDO PERO EN LAS CONVOCATORIAS CREO QUE SE INTENTA BUSCAR UNIR A LA GENTE I

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  2. Gracias por tu opinión Txus. No me he referido a una fecha concreta, por lo de ahora ha habido varias de las que se ha dudado. Y yo creo que con cierta razón. Mi opinión es que para promover convocatorias amplias hay que empezar la casa por los cimientos e intentar consensuar con el máximo número de personas y colectivos posible, de manera que las convocatorias sean suficientemente transparentes y menos cuestionables. No podemos confiar tanto en internet y menos todavía en las redes sociales.

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    1. Estrella, me parece muy bien que digas "mi opinión es que para promover..." porque es eso, tu opinión, pero puede haber, de hecho las hay, opiniones diferentes a la tuya, y el problema de todo esto es que A PARTIR DE UN PREJUICIO (OPINIÓN) SE FORMULA EL RESTO DEL DISCURSO LLEGANDO A UNA CONCLUSIÓN COMO SI ESTUVIERA AVALADA POR ALGUNA EVIDENCIA, COSA QUE QUEDA DEMOSTRADA NO ES, pues tu mismo le llamas opinión (o se si basada en una intuición o en qué)y al final concluyes algo que evidentemente es rebatible. Saludos.

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    2. Obviamente, es mi opinión... Yo tengo la mia y tú tienes la tuya. Tú puedes decir que se basa en prejuicios y yo puedo decir que se basa en la evidencias a mi alcance. Las conclusiones son las que saco de mis propias experiencias.

      Ahora si lo que quieres es cuestionar que para promover convocatorias amplias hay que hacerlo desde la base y aglutinando a los colectivos y organizaciones existentes puede que esté dispuesto a debatirlo. Haber empezado por ahí.

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  3. Sin ser anarquista, chapó por la clarividencia del escrito.

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  4. Siendo anticolonialista, independentista de izquierda canaria, he de decir, que el artículo es de lo más claro de los que he leído. Esto no implica que no nos posicionemos en convocatorias amplias como las que están surgiendo en la red para el 15 y 25 de septiembre en Madrid.

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  5. Necesaria reflexión y acertada conclusión. En ello estamos.
    Dejo aquí un enlace del blog donde planteo algo sobre el tema. Desde luego que compartiré este.

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    1. http://jipylon.blogspot.com.es/2012/07/ladran-luego-avanzamos.html

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  6. Gracia Julián, Simandos y Jipy Longo por vuestros comentarios... había llegado a vuestros blogs anteriormente y eso me animó a escribir sobre estos temas. Salud.

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  7. Creo que tu análisis es, como todos los análisis, algo parcial. Que sectores de extrema derecha pretendan "pescar en río revuelto" no es nuevo. Pero que en ninguna otra situación política colectivos de policías, militares y picoletos sacaran comunicados y se unieran a movilizaciones, es un hecho nuevo. Y que debe ser medido con más precisión. Ellos, si bien están habitualmente del lado "del que manda" por ser "los guardianes del estado de derecho" han visto también tocados sus derechos. El hecho que casi un centenar de "lecheras" han sido saboteadas por los propios policías es un hecho a evaluar en ese sentido. El monolitismo existente hasta ahora se ha roto, y en la medida en que crezca la movilización popular, se hará aún mayor. No se durante cuanto tiempo, los policías "rebeldes" podrán acompañarnos en esto, pero objetivamente HOY no puedes ponerlos en la misma cesta que aquellos que nos dan palos. Independientemente que, seguramente, habrá los que simulan estar de este lado para desbaratarnos. Pero yo no me atrevería a pensar mal de nadie sólo porque lleve un uniforme. Muchos militares de carrera dieron sus vidas por la República, y en la Historia del mundo está lleno de más ejemplos similares. Creo que en esta etapa de la lucha es necesario contar con todos los que estén a favor de un cambio de Gobierno, para luego ir por un cambio de régimen y de Constitución, Y no olvidar que el principal enemigo no son los títeres que nos gobiernan, u otros de otros partidos, sino el capital financiero que los tienen para crear este estado de cosas.

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  8. Tu análisis se me antoja tanto o más parcial todavía que el mio. La policía es un cuerpo represivo. Esto no quiere decir que todos los policías sean unas horribles personas, pero su función social como parte de ese entramado represivo es la que es. Independientemente de que hoy les saquen la paga de navidad y alguno de ellos decida desobedecer y sabotear su función para no salir a apalear manifestantes.

    ¿Los militares que dieron su vida por la república?. De acuerdo, hubo muchos. La mayoría lo hicieron por la 'legalidad republicana'. Esa misma legalidad que aplastó a los mineros de Asturies en 1934 o a los campesinos de Casas Viejas. Desde luego, no era esta legalidad lo que defendían l@s libertari@s.

    ¿Primero ganar la guerra o hacer revolución?. Eso era lo que se planteaba entonces y es lo que, según entiendo, planteáis algun@s ahora: Primero cambio de gobierno y luego nuevo régimen o constitución. No. Nada de eso. Yo ya se de antemano que un cambio de gobierno no cambiará gran cosa. Una reforma de la constitución tampoco. Yo aspiro a una Revolución Social. No me deis a escoger entre 'ganar la guerra' o 'hacer la revolución'... Por que al final ni lo uno ni lo otro.

    Nunca hemos de perder de vista cuales son nuestros objetivos ni nuestros enemigos reales. Saludos.

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  9. Propuesta de temas en pancartas:"el capitalismo corrompe la convivencia",tomamos del monton,ponemos al monton",ni diners ni basura hi ha a la natura","2000 anys parlan del que va fer,sense fer el que va dir","la ambició ens esporgara de l´evolució".ANIMOS,estamos despertando,somos gigantes.

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